Aquí y allá

Dos palomas. Una cabeza.
Salir del enredo para enredarse en el nudo del cabello.
Ese cepillo se quedó atorado en la cabeza de Paloma por más de un día.
Tal vez si ella no hubiera tirado con tanta fuerza,
no pasaría el día entero escondiendo un pajarraco en el nido de su cabeza.



Un día pasé el día respirando.
Respirando el color de la lluvia.
Respirando las cuerdas de un instrumento.
Respirando las sonrisas de la gente.
Respirando el limón y el chocolate.
Respiraba el color del baile de los locos de la esquina.
Respiraba el sonido de los carros pasar por la calle,
Respiraba la mirada de la anciana que vendía muñecas coloridas,
respiraba, respiraba, respiraba;
respiré el segundo.


Mis pulmones se pusieron a cantar,
aquellos globos,
a los que llamamos ojos,
degustaban el tequila,
quemaba tanto.

Se podían oler los retumbes de bongós,
se oían en conjunto con marimbas y maracas,
me hacían querer oler el viento,
sentir el habla.

Respiraba, respiraba, respiraba...

Olvidé como hacerlo,
olvidé que respirar es necesario.

Desde ese día me siento aquí con el instrumento de madera y tripas,
pongo atención con todos mis sentidos,
los cuatro que me quedan.

Creo que quieren averiguar si algún día pasarás por ahí,
aunque sea de lejos,
aunque sea de un ratito.

Solo es para saber si aún recuerdo cómo respirar.


Estos versos me los ha traído aquél. ¿O era ese otro?
¿Cuál?
El que parece roto.
¿El que parece roto?
Así es.
¿Pero cómo que roto? Si no tiene ni las alas rotas, ni el pico débil, tampoco está ciego, y al parecer sí puede volar.

Probablemente no lo está, mas si pones atención escucharás su canto. Y ese sí que está quebrado.


Escuché su canto a eso de las 6 de la mañana.

Me levanté de la cama y salí a la ventana.

Por más que deseaba acompañarlo, nunca pude entenderlo al balbucear.

Ese ser plumífero me ha traído historias, poemas, cuentos que contar. Aunque,a decir verdad, temo que algo le ha pasado en el cerebro. Nunca había escuchado a un pájaro como tal, hablar.
Puede que solo me haya contado sus sueños, puede ser que haya inventado todo, puede ser que no lo haya comprendido y mi mente lo haya deformado, o puede ser, que los pájaros sí tengan sueños.


¿Y qué importa si los pájaros tienen sueños o no?


Si nosotros soñamos con volar y,si es verdad que los pájaros sueñan...Significa que compartimos algo más que un mundo, compartimos otra dimensión.


Y si es verdad que los humanos sueñan con tener alas,

y los pájaros con tener vidas humanas,

entonces puede ser que seamos los mismos.

Que aquél pájaro seas tú,

aquí y allá.

✺✺✺

¡Hola lectores! Llevaba un tiempo sin publicar algo, una mañana me senté a ver la copa de los árboles y todo esto sucedió. Espero que les haya agradado la historia. Me encantaría saber qué opinan.
Saludos, xoxo

Feather Girl