Disque una Crónica

Estaba pensando que sería un poco aburrido narrar mi encierro.
No porque me haya sumido en una vida de aburrimiento, si no porque estamos acostumbradxs a leer sobre viajes, trayectos, descubrimientos, iluminaciones, sucesos mágicos, circunstancias extra normales, ya saben... cosas que consideramos interesantes. Cosas que no nos pasan a todxs. Lugares que todxs soñamos con conocer o aventuras que quisiéramos que nos pasaran a nosotrxs.

Cuando era pequeña platicaba con mi mejor amigo sobre los sucesos históricos, y decíamos que sería increíble vivir uno. Siete años más tarde, me encontré en el jardín escribiéndole una carta -esperando que le llegara antes de entrar a su internado- que decía “ya logramos vivir un momento histórico y aunque no está padre, es lo que nos tocó. Por favor cuídate mucho.”

Eso fue hace casi un año y aún seguimos en pandemia.
La humanidad ha pasado cosas terribles y dolorosas, pareciera que cada mes algo peor sale a la luz -por eso mismo siento que escribir una crónica sobre mi forma de vivir este tiempo es un poco innecesaria, pero igual, aquí está-.

El año pasado fue la primera vez que decidí usar una agenda en mi vida y la pobre agenda terminó más vacía que el documento donde según yo iba a escribir mi primer novela. No sé qué fue lo más triste de la agenda; si fueron los viajes cancelados, los tickets de avión que se perdieron, las reuniones que añoraba para poder estar con mi familia, los cumpleaños que no pasé con mis amigxs, las canciones que no cantamos, los conciertos que no tocamos, el intercambio que se canceló. O simplemente que sus páginas en blanco me recordaban que esas infinitas posibilidades - como poéticamente le podemos decir a los días del año- serían reducidas a estar en casa, confinada a dolor de cabeza y ojos de zoombie causados por la digitalización no sólo de la universidad sino también de la vida privada.

Sobre redes sociales no sé qué decir, siento que gracias a ellas podemos convivir con personas en esta temporada de vida. Pero en general son tóxicas, llenas de ideales y performatividades que aunque no quieras terminas por expresar, replicar o criticar.

¡La crítica! Todo el mundo tiene opiniones en cuarentena, de cuarentena, de otrxs en cuarentena, de qué hacer en la cuarentena, de si por tal o cual seguimos así, que si el país hiciera tal estaríamos mejor, que el hubiese, el hubiera... a veces siento que nos debería importar un poquito menos lo que decimos, o por lo menos no creer que lo que pensamos es contenido que vale la pena compartir. (Y aquí ando yo compartiendo lo que pienso...en fin, la hipotenusa).

Hay un concepto budista que explica que no existe una versión del “yo” que sea eterna - Anātman- y otro que habla de la transitoriedad y el constante cambio. No sé mucho sobre budismo pero creo que ambos conceptos tienen mucha razón. Yo no soy la misma de hace un año - antes cuatro días en mi casa me daban ansiedad y ganas de salir a deambular por la ciudad todo el día- tengo más paciencia; ya me acostumbré a que no se sale a bailar cada viernes; aprendí a meditar, lo dejé; escribí un largometraje, una miniserie de televisión; volví a escribir poesía, la dejé; hice amigxs que no conozco en persona; aprendí a componer; hice pan de masa madre, fracasé; grabé un podcast; escalé montañas en bicicleta; me di en la madre andando en bicicleta; fui a rehabilitación; salí a manejar para descansar del encierro, me chocaron; usé collarín, mejoré; aprendí a respirar con cubrebocas sin sentir que me ahogaba; pinté un mural; decidí que llorar está bien; me volví crossfitera; descubrí que tengo una estúpida fe en que alguien nos salvará de esta maldita pesadilla – y eso que hasta en política soy atea – ; viví cómo las distancias de aquí a China se acortaron; sentí miedo, tristeza, incertidumbre....

Y bueno, la vida cambia mucho sin que una se dé cuenta.

__________________________________

Queridxs lectorxs, espero que se encuentren bien. Esta pieza fue escrita para una clase poco ortodoxa de arte contemporáneo. Pude haberla dejado en mis archivos universitarios o desecharla en algún mail, pero como este es el espacio donde me expreso lírica y creativamente, decidí colgarla aquí. Espero tener algo más interesante para ustedes pronto, les mando abrazos.

Feather Girl