Lucía y el CIENpiés



Como en toda tarde calurosa, se refugiaban del calor bajo el sauce llorón. Los árboles no lloran, pero el follaje de este parecía un mar de gotitas verdes y si lo veías desde abajo, las betas formaban una cara de la cual salían las ramas, así que sí. Este era un Sauce Llorón.


Una de ellas se aburrió. Decidió que ya habían pasado mucho tiempo bajo el gordinflón y justo antes de que se parara, la otra habló. Frustrando así los rápidos y fugaces deseos que aquella tenía de partir.


Ya lo sé .
- ¿Qué?
Que estoy loca.
- Ay Rosita, eso todo el mundo lo sabe. Ahora me vas a decir que es una sorpresa que la gente tenga ojos y pueda hablar. ¿No? A ver pues, cuéntame por qué estás más cuuu-cúuuu.
Cuando miro la hora los segundos se desvanecen, los minutos se me escapan, y aunque corra nunca le toco ni los talones a las horas.
- Ahh, ya veo.
¿Ves? ¿Qué ves?
- Veo en tus ojos La mirada.- Guácala.
¿Guácala?
-Gu-a -ca - la.
¿Por qué guácala?
- Pues veamos si es guácala o no.
¿Y cómo sabrás eso?
-Tu confía en mí. Párate ahí, en el centro y cierra los ojos.


Las hojitas del Llorón iluminaron el centro como un perfecto escenario, luciérnagas diurnas de tonalidades amarillas y verdes; algunos bichitos voladores por ahí.

- ¿Lista?
Sí.
- ¡Pero que cierres los ojos!
Ay ya está bien, ya los cerré.¿ Y ahora?
- Bien pues solo dime ¿qué piensas?
Que tengo mucho calor y ya no quiero estar parada en el sol.
- Ay Rosita olvídate del sol por un segundo. Además no estás directamente en el sol. Piensa. Piensa...piensa en lo último que viste que te hizo sonreír.
Listo.
- ¡Ayyy nooo! ya te vi.Es La mirada hasta con los ojos cerrados.
Que tonta, no se puede tener mirada con los ojos cerrados, ¿ya me puedo quitar de aquí?
- Sí bueno, bum, kaput y katapum. Espera...solo para confirmar, ¿qué piensas cuando no le ves?
Deseo.
-¿Deseas? ¿Deseas qué?
Deseo escuchar su voz.Esa voz que hace que cualquier palabra parezca, parezca un libro.Un libro es algo así como un poema.Un poema que nunca acaba.Pausado.Su metrónomo interno está a treinta. Grave.
- Uyy, sí, estás Reee-grave.
Sí, grave es lo que estoy. ¿Qué ando haciendo pensando en cosas que seguro ni son?Pero es que su voz no escapa. Por más que le grite que corra, que huya,que como gusano migre a otra manzana.Su maldita voz se me quedó en "repeat".
- Oye Rosita, entonces ¿sí vamos a ir al centro? Tengo muchas ganas de pasar por ese algodón de azúcar gigante que vi el otro día por ahí. Ándale, ya no está tan fuerte el sol, a que te gano en la bici.
Sí,su voz.Cuando sale por su boca me retumba el pecho.En su boca tiene labios.
-Como.... ¿cualquier ser humano?
Desde el primer día que hablamos me fijé en sus labios.Al ojo parécenle ser suaves,como si no conociesen la sequía.Puede ser que fuese porque yo tenía sed.
- Pues hubieras tomado agua. O lluvia, todo el tiempo anda lloviendo por aquí.
Sus labios tampoco salen de mi cabeza.Ojalá quiera probarlos, los míos digo.Una boca tan provocadora no puede saber feo.
- Rosita, ¿Entendiste lo que te quería decir?
Ay, ya entiendo.Cuando me ves tengo la mirada patas arriba,con sus labios en las pupilas.
- No Rosita, el algodón de azúcar que es gigaaanteee. Por el que vamos a ir.
Ahh, ya veo.Creo que no tengo remedio.Tal vez lo que necesito es .... Un cienpies.
-Un... ¿cienpiés?
Sí, como el que estaba en el árbol y¡Como el que se te acaba de subir a la cabeza!
-Rosita no es cierto, ya deja de hablar en prosa modernista o como sea que le llames a tu cu-cúrrués y vámonos.
Va, pero antes mira tu hombro izquierdo.
- ¡Aaaaah! ¡Un cienpiés!

FIN

¡Saludos lectorxs!

Dos mensajes:

I.Les tengo una sorpresa...
¡ ESTE CUENTO SE LES OBSEQUIA EN FORMATO PDF! POR SI LO PREFIEREN LEER ASÍ, GUARDARLO PARA LEERLO MUCHAS VECES MÁS O COMPARTIRLO :)


II.Espero que hayan disfrutado de este corto relato.Yo me divertí mucho escribiéndolo. Y Sí, ya sé que la palabra correcta es escolopendra o ciempiés y que se dice "les parecen". Decidí ignorarlo como parte del poder que tiene unx autorx

Espero ansiosamente sus comentarios, xoxo

Feather Girl