No es sólo porque estudio arte

Ahh, las vacaciones.

El verano.

El buen clima.

El tiempo libre.

El calor, el escapar del calor.

Los museos.

Siempre que estamos de vacaciones tenemos alguna experiencia cultural, ya sea que hagamos excursiones dentro de donde vivimos o que vayamos de turistas a otros sitios. Tenía la idea de escribir este post desde el verano, pero no había reunido lo que necesitaba para hacerlo, así que aquí les va.


¿Por qué vamos a los museos?

Los museos exhiben la "otredad" y le dan un discurso con el cual podemos darles un sentido dentro de nuestra razón y nuestro pensamiento colectivo. O tal vez solo muestran cosas para crearnos dudas. Exponen desde fósiles de dinosaurios hasta fotografías, pinturas, objetos, ropa.... en fin, cosas valorizadas por el ser humano.


Algunos diremos que vamos a los museos para asombrarnos, para encontrarnos a nosotros mismos a través de la experiencia que tenemos con las piezas expuestas, diremos que vamos a aprender, a experimentar, a sentir.


Yo no sé cuales sean sus razones para visitar un museo, tal vez solo les gusta la arquitectura del lugar o el ambiente que hay al encontrarse con piezas artísticas o históricas tan lejanas de nuestra época y al mismo tiempo que se sienten tan cerca o tal vez sólo les agrada ir a tomar fotos.


Lo que sí les puedo contar es que hay cosas que me parecía que deberían evitarse en estos espacios.Así es como llegué a este ñoño-ejercicio mental que he titulado: "No es sólo porque estudio arte", el cual me gustaría compartir con ustedes.

A continuación, tres anécdotas que me llevaron a esto.


1.

Me encontraba en la National Gallery de la capital canadiense. Estaba a punto de entrar a la inmensa sala donde me habían dicho se encontraba una pieza por la cual hubo mucha polémica en momentos de su adquisición ya que el pueblo consideraba que había sido una cantidad bastante grande del dinero público al momento de adquirir dicha pieza. Se trataba de la pieza "Voice of Fire" de Barnett Newmann . El nombre de la pintura no sonaba en mi cabeza, por lo cual tenía más ansias de entrar a dicha sala. Estaba perdida en la sala de pintura impresionista hasta que de pronto viré a la derecha en una puerta y me encontré con el pasillo que me llevaría a la sala. Era enorme.No solo el lugar, la luz y la pieza principal. "Voice of Fire". No soy una gran aficionada de la pintura expresionista abstracta, pero admito que me agradó bastante la pieza y el sentimiento de poder que esta contagiaba. Caminé varias veces desde lo más cerca que pude (sin pasar obviamente de la línea delimitada del museo) hasta atrás sin dejar de observar el cuadro. Cuando volteé a mi derecha me encontré con un Mark Rothko en blanco y rojo, en la misma sala también había obras de Pollock y sus contemporáneos, realmente estaba fascinada. Me causaba un sentimiento increíble el haber aprendido sobre dichos artistas tiempo antes y ahora estar frente a su obra. En ese instante llegaron otros chicos como de mi edad a la sala, curiosamente también hablaban español, probablemente iban de intercambio o qué se yo. Continué intentando vislumbrar el movimiento de la pintura de Pollock y entonces escuché "coño, esto lo pude hacer yo cuando tenía tres años" risas indefinidas....

2.

Era otro día lluvioso, mucha gente había escapado del encierro de sus casas para ir a encerrarse a un lugar más interesante: el museo. Ana María vislumbraba la sala de esculturas griegas, no sé mucho sobre lo que estaría pensando en esos instantes, sin embargó me contó lo que presenció. Llegó un grupo al sitio de las esculturas y pretendieron admirarlas por unos segundos; cuando el guardia de seguridad volteó la cabeza uno de los jóvenes del grupo sacó su tarjeta de crédito y la pasó varias veces por la ranura del trasero de una escultura desnuda, todos los demás rieron a carcajadas y varios se tomaron fotos haciendo lo mismo.

3.

En mi última visita a la National Gallery , mientras admiraba una pintura sobre madera que trataba el tema del "white wash" hacia las culturas nativas (el white wash es el término que le dan a la imposición de la cultura blanca sobre la nativa y cómo esta los despoja de sus propias creencias, iconos y estilos de vida.) Llegó un grupo de chicas a posar frente a la pintura, me hice a un lado para no estorbar en la fotografía. Al parecer este sería el nuevo fondo de todas sus redes sociales después del viaje, en verdad era una linda foto pero... las bolsas de las chicas estaban literalmente pegadas a la pintura, y ellas no tenían ni el más mínimo apuro, es más, hasta se movieron de posición varias veces restregando sus sucias mochilas como si fueran plumas de aire. Ese día salí frustrada de la exposición.


Lista de cosas que detesté entonces:

  1. Usar una obra de arte como escenografía para "la foto."
  2. Que la gente no respete las piezas del lugar en donde está.
  3. Los comentarios de "yo haría esto mejor".

Un día del 2017.

Ahora entiendo que algunas veces hay que revalorizar los lugares para que nos hagan sentido y tengamos algo que nos "ancle" a ellos.

Entiendo que tal vez por eso nos volvemos coleccionistas de lugares con todas las fotografías que tomamos. No es que la obra signifique algo profundo para nosotros, pero aún así la queremos tener en la memoria como para recordar el "yo estuve ahí". Es aceptable no querer olvidar las cosas, es aceptable utilizar de fondo obras de arte. Lo que deberíamos considerar es intentar seguir las reglas de los lugares para que estas obras sean mejor preservadas. Ya sea para otras personas que desean experimentar la pieza, personas que deseen llevarse un recuerdo más o simplemente para no dañar la obra del artista, a menos que este así lo desee.


Mi último punto de la lista en realidad es una tontería, el comentario que las personas tengan hacia cualquier obra de arte no hará que los artistas se retuerzan en su tumba, probablemente hasta los alegrará o hará reír por un rato, quizá incluso hicieron las obras con ese propósito. En este caso creo que fue más mi indignación subjetiva porque yo estaba emocionada en esos instantes y escuchar los comentarios me disgustó.

No es sólo porque estudio arte,

o tal vez

sí.

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Espero hayan disfrutado leer este enredo en el que me metí, saludos y hasta pronto, xoxo

Fg